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Comprendiendo la Variante NB.1.8.1: Bajo Riesgo, Alta Atención
La aparición de la variante NB.1.8.1 de COVID-19, que ha llevado a un aumento de los casos a nivel mundial, ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a clasificarla como una "variante en monitoreo". Esta clasificación se reserva para las formas del virus que podrían afectar potencialmente la salud pública mundial. A pesar de esto, la organización evalúa el riesgo actual para la población como "bajo".
Un informe publicado por el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus de la OMS el 23 de mayo detalló que para el 18 de mayo se habían identificado 518 secuencias de la variante NB.1.8.1 en 22 países, representando el 10.7% de las secuencias globales.
¿Dónde apareció por primera vez? La variante NB.1.8.1 fue descubierta inicialmente en muestras recolectadas en enero de 2025, según María Tomás, microbióloga en el Hospital de A Coruña y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). El origen de estas muestras permanece sin revelar. El descubrimiento es parte del proceso natural donde nuevas variantes reemplazan a las antiguas, un patrón observado a lo largo de la pandemia. Esta variante es una sub-línea de Omicron. Los expertos destacan que la incidencia del coronavirus también aumentó alrededor de la misma época el año pasado, posiblemente influenciada por la circulación reducida de otras infecciones como la gripe o el virus respiratorio sincitial.
¿Dónde es más prevalente? La variante NB.1.8.1 es más prevalente en la región del Pacífico Occidental, con la prevalencia aumentando del 8.9% al 11.7% durante tres semanas, y se identificó por primera vez el 22 de enero. En las Américas, la prevalencia aumentó del 1.6% al 4.9%, mientras que en Europa, pasó del 1% al 6%. Solo se han encontrado cinco secuencias en el sudeste asiático, sin ninguna detectada en África o el Mediterráneo Oriental.
¿Qué la diferencia de otras variantes? La secuenciación genética revela que NB.1.8.1 presenta una serie de mutaciones en la proteína de espiga, que los experimentos de laboratorio sugieren que aumentan su infectividad, especialmente en evadir los anticuerpos neutralizantes de infecciones previas, potencialmente ayudando a su propagación, explica Tomás. La proteína de espiga es la estructura externa del virus compuesta de proteínas.
¿Las infecciones con la nueva variante son más severas? Actualmente, no hay indicaciones de que NB.1.8.1 cause síntomas más severos o tenga efectos diferentes en comparación con otras variantes. La OMS planea realizar evaluaciones comparativas para detectar cualquier cambio potencial. Los datos de vigilancia rutinaria no muestran señales de mayor severidad vinculada a NB.1.8.1 en relación con variantes anteriores, ni evidencia de aumentos en hospitalizaciones en UCI o muertes, según el informe de la OMS.
¿La variante evade la protección de las vacunas? Las vacunas administradas durante la campaña anterior—realizada en España y el hemisferio norte—sí ofrecen protección contra NB.1.8.1, afirma Tomás. Las personas que han recibido esta vacuna actualizada en los últimos seis meses están protegidas, y si se infectan, la enfermedad probablemente será asintomática o muy leve, sin progresar a enfermedad grave. Por lo tanto, la recomendación actual es que los grupos vulnerables, como los ancianos o pacientes inmunocomprometidos, que no recibieron la vacuna en otoño, la reciban ahora, siguiendo el consejo médico.
¿Hay otras variantes circulando? El informe de la OMS señala que la tasa de infección del 10.7% sigue siendo "baja" en comparación con otras variantes circulantes, siendo LP.8.1 la que representa la mayoría de los casos con un 39%. Sin embargo, el aumento en NB.1.8.1 se considera "significativo".
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