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Caída de Precios del Gin Tonic en los Bares de Altura de Madrid
El cielo sobre Madrid ofrece una ganga. Después de años de competir por servir el gin-tonic más caro con vistas sobre la Gran Vía, los bares en las azoteas han comprendido que no importa cuán impresionantes sean sus vistas, los clientes aún revisan la cuenta. Como resultado, por primera vez en seis años, el precio del gin-tonic en las alturas es ligeramente más barato. Incluso en el cielo, las leyes de la oferta y la demanda se aplican. “No se trata de aumentar constantemente los precios. Ya 14 euros con entrada es bastante exclusivo”, señala Francisco García de Oro, gerente general de VP Plaza España Design.
EL PAÍS ha estado documentando esta tendencia durante seis años. Durante este tiempo, las azoteas con vistas a la Gran Vía han aumentado un asombroso 72%. Todas presumen de "la mejor vista de Madrid", pero ahora hay más contendientes para ese título. En la primera ruta que el periódico realizó en 2019, contaron 18 terrazas. Entre Plaza de España y el Palacio de Cibeles, en un radio de solo dos kilómetros, ahora hay 31, lo que indica la concentración y presión en esta milla de oro de la escena del gin-tonic de Madrid. Todos quieren reinar allí arriba.
El año pasado, Doñaluz, Brach Madrid y Catalonia Plaza España se unieron a la escena. Y les ha ido bien. Doñaluz, por ejemplo, tuvo que ajustar sus operaciones debido al éxito en las redes sociales: han implementado turnos para gestionar la demanda, ya que encontrar una mesa en una soleada tarde de sábado se ha convertido en una odisea. Los expertos coinciden en que los hoteles ya no representan una barrera invisible. “Gracias a la influencia de los creadores de contenido de Madrid, más personas descubren que pueden subir sin ser huéspedes del hotel”, afirma un portavoz del Hotel Emperador. El 14 de junio, planean mostrar "Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios" en su cine de verano (entrada: 27 euros), demostrando cómo estas terrazas se han convertido en destinos más allá del gin-tonic.
Este año, el precio promedio de un gin-tonic ha disminuido en comparación con 2024. La mezcla estándar ahora promedia 13.64 euros, una disminución del 5.1% respecto al año anterior, mientras que el premium cuesta 17.63 euros, una reducción del 5.7%. El gin-tonic más caro del ranking lo sirve el Hotel Riu, costando 16.20 euros más 10 euros por la entrada no consumible. El más asequible se encuentra en la terraza de El Corte Inglés, donde aún se puede pedir uno por 10 euros. En la categoría premium, Pestana CR7 ofrece la bebida más exclusiva a 22 euros más cinco por entrada, en comparación con 14 euros para el más barato, también en El Corte Inglés.
Esta caída no es resultado de promociones o actos de generosidad. Es economía básica. Desde 2019, el precio del gin-tonic asequible ha aumentado un 14.21%, de 11.94 euros a 13.64 euros. En el mismo período, el premium aumentó un 7.6%, alcanzando 17.63 euros. Sin embargo, 2024 marcó el pico histórico, con precios de 14.38 euros para la versión más barata de la bebida y 18.70 euros para el premium. “No quiero que vengas solo por la foto. Quiero que nos visites, disfrutes y consumas”, explica García de Oro.
Las terrazas ya no impresionan como antes: después de todo, después de tanto hablar de Madrid como el nuevo Miami, los precios a nivel de suelo ahora se han vuelto muy similares a los del cielo. Hace seis años, parecía escandaloso pagar más de 20 euros por una bebida, especialmente cuando la inflación anual promedio apenas tocaba el 0.7% en 2019 y la desigualdad, medida por el índice de Gini, rondaba el 31%. Hoy, con una inflación estimada del 2.3% para 2025 (un aumento de 1.6 puntos porcentuales en comparación con 2019) y la desigualdad alrededor del 31.2%, este rango de precios se ha normalizado, explican los expertos.
En el camino, el sector ha cambiado de nombre y rostro. En su búsqueda por reinventarse, muchas terrazas han optado por relanzamientos o transferencias: Azotea Cibeles ahora es Cornamusa; Santo Domingo se convirtió en Inhala Terraza; Osadía ahora es La 14; Penthouse WOW se transformó en Gran Vía 18; y El Cielo de Chicote se convirtió en El Cielo de Montera. Desde Inhala Terraza, el objetivo ha sido claro: mantener precios accesibles y establecer un consumo mínimo para garantizar el servicio. A pesar de las nuevas tendencias, afirman que el gin-tonic sigue siendo el rey.
La competencia no solo se mide en precios, ya que este juego también involucra modelos de acceso y grupos de gestión. Algunas azoteas mantienen políticas más exclusivas, como el Hotel Riu, donde la entrada más cara del ranking cuesta 10 euros sin consumo. Aún así, sigue siendo una de las más concurridas. “Fácilmente, entre 3,000 y 4,000 personas ingresan diariamente”, explica Miguel Pérez, director de producción del hotel. La mayoría busca la foto desde arriba. “Queríamos seguir siendo una terraza popular”, añade, defendiendo que no han aumentado la tarifa de entrada desde 2019.
Con una filosofía diferente, Ginkgo Sky Bar, en el hotel VP Plaza España Design, mantiene un menú de cócteles fijo a 14 euros. Su gerente general, Francisco García de Oro, cree que el modelo se ha asentado: “El mercado ha alcanzado su punto máximo. Algunas azoteas eventualmente desaparecerán debido a tanta competencia.” Más al este, Jardín de Diana, en el Hyatt Centric, ha optado por otro enfoque: ambiente balear, spritzes como protagonistas y un brunch dominical con cava ilimitado que atrae a los madrileños que buscan un plan relajado. “Hemos roto la barrera de los hoteles como sitios exclusivos”, defiende Raúl Garate Acebo, director de alimentos y bebidas. “La demanda se ha refinado. Hay más interés en los licores artesanales”, aseguran desde el equipo del Hotel Indigo.
A pesar de la saturación del cielo de Madrid, las cifras de asistencia confirman que todavía hay público para casi todos. No es casualidad que varias azoteas pertenezcan a grandes grupos de restauración: Azotea Grupo gestiona Picalagartos, Círculo de Bellas Artes y Cornamusa; SmartRental Group posee ELLA Sky Bar, La 14 y Tilda; mientras que la cadena hotelera Vincci incluye Capitol, Vía 66 y The Mint.
Hotel Riu, en el piso 26, lidera con alrededor de 3,000 visitantes diarios, en su mayoría turistas atraídos por las vistas y el efecto viral en redes sociales. Le sigue Ginkgo Sky Bar, en el piso 12 del VP Plaza España Design, recibiendo entre 800 y 900 personas los sábados y acumulando hasta 6,000 clientes semanales. Broken Shaker, la azotea de Generator, suma aproximadamente 1,100 visitantes durante el fin de semana, principalmente locales. Casa Suecia, más discreta pero establecida, reúne alrededor de 500 personas diariamente. Estas cifras reflejan cómo las azoteas se han convertido no solo en lugares para tomar una copa, sino en auténticos destinos sociales donde la experiencia comienza mucho antes del primer sorbo. “El público internacional todavía predomina, ya que somos una visita obligada para quienes visitan Madrid por primera vez, pero la verdad es que más locales están subiendo, enamorándose igualmente de nuestras vistas”, aseguran desde Azotea Grupo.
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